Varios estudios científicos han comprobado que puedes reducir el estrés si contemplas una pintura o una escultura. Joaquín Sorolla nació el 27 de febrero de 1863 en Valencia y muchas de sus obras se encuentran en los museos de arte más importantes de nuestro país.
Destacó por sus retratos al aire libre y sus paisajes. Le encantaba el arte clásico y renacentista de Roma. Algunas de sus obras más conocidas son ‘Paseos a orillas del mar’, ‘Chicos en la playa’ o ‘El baño del caballo’.
Todas cuentan con una luz impresionante, colores luminosos, una sensibilidad realista y la representación detallada de la figura humana. Creó más de 2000 pinturas a lo largo de su vida.
Sin embargo, el pintor vivió algunas dificultades, ya que quedó huérfano a una edad temprana y luchó con la falta de recursos económicos durante su juventud.
Sus obras se encuentran en el Museo Sorolla situado en Madrid. Este museo, que originalmente era la casa y estudio del pintor.
En este artículo te explicamos cuáles son los cuadros más famosos de Joaquín Sorolla. ¡Sigue leyendo!
‘Paseos a orillas del mar’ (1909)
Fue pintada por el artista en 1909 y en esta obra se puede apreciar el estilo impresionista de Sorolla. La pintura muestra a la esposa de Sorolla, Clotilde, y a su hija María caminando por la playa de Valencia.
El cuadro destaca por los tonos blancos y azules, pero también hay otras tonalidades de color en los vestidos y sombreros.
‘Las tres hermanas en la playa’ (1908)
La pintura muestra a los tres hijos de Sorolla: María, Elena y Joaquín. Los tres están jugando en la playa de Valencia, por lo que la pintura transmite alegría familiar. Las dos hermanas visten vestidos blancos y están sentadas en la arena, y el hermano se encuentra un poco más alejado.
En la pintura se puede apreciar los colores claros y brillantes para capturar el resplandor del sol en el mar, y las sombras azules y púrpuras. Sorolla a menudo representaba a su familia en diversos entornos.
‘Chicos en la playa’ (1909)
Este obra esta expuesta en el Museo del Prado y en ella aparece el movimiento del agua y los destellos de la luz en el mar.
Es otra obra que el artista realizó durante su estancia en Valencia desde junio hasta finales de septiembre de 1909.
‘Rocas de Jávea y el bote blanco’ (1905)
El artista muestra una escena en la playa de Jávea, una localidad en la Comunidad Valenciana. La pintura muestra un bote blanco que está varado en la orilla y al fondo, las rocas de la costa. Sorolla pintó el mar tranquilo y el cielo luminoso por la brillante luz del sol.
‘Clotilde paseando en los jardines de la granja’ (1907)
Esta obra muestra a Clotilde, la esposa del artista, paseando por los jardines del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso. A Sorolla le encantaba capturar la interacción de la luz natural y el color.
‘Preparación de la uva seca’ (1890)
En esta obra muestra las costumbres locales y labores de la región. En el cuadro aparecen hombres y mujeres que se encargan del proceso de preparación de las uvas para pasas o vino.
‘La madre’ (1895-1900)
«Un poema visual monocromo, en blancos y grises, y un canto casi sagrado a la dicha de la vida. Entre el sueño de la pequeña Elena y el agotamiento de su madre, Clotilde, Sorolla nos desvela la intimidad del nacimiento de su tercera hija. Ambas duermen. Él las arropa, las cubre de pinceladas, de blanco, de pureza, de luz y de felicidad», informan desde El Español.
‘Trata de blancas’ (1895)
En esta obra el artista aborda el tema de la trata de mujeres con fines de explotación sexual. La pintura muestra a un grupo de mujeres desnudas y asustadas, encerradas en un espacio oscuro.
Él quería generar conciencia sobre este problema, ya que es una pintura que denuncia la explotación sexual que sufren muchas mujeres y niñas.
‘El baño del caballo’ (1909)
El Museo Sorolla de Madrid expone este cuadro y que también se tituló como ‘El caballo blanco’. El artista realizó este lienzo en El Cabañal de Valencia a su vuelta de los Estados Unidos.
En la pintura aparece un caballo blanco y un joven en la playa. Este cuadro destaca por los tonos blancos y azules, y por el juego de luces y sombras en la arena y el agua.
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El pintor Eugeni Cabiró explica que antes de la aparición de la fotografía, para realizar retratos al óleo por encargo en la antigüedad, los artistas tenían que pedirle a la persona retratada que posara durante mucho tiempo, desde unos pocos días hasta varias semanas.
La técnica que se emplea para pintar los retratos es la pintura al óleo, que se trata de una mezcla de resinas y aceites con pigmentos.
La pintura al óleo es una de las técnicas de la pintura que mejores resultados puede ofrecer, ya que puede durar siglos sin perder color o calidad, aunque necesitará unos controles mínimos de conservación, limpieza y restauración.