En España, por cuestiones culturales, sociales y de educación, las bodas se han venido celebrando por el rito religioso católico apostólico romano desde la Edad Media. Y esta sigue siendo la clase de boda que predomina en nuestro país. Por supuesto, hay otras clases de ritos que se practican, especialmente, desde que España se convirtió en una Monarquía Parlamentaria y la Dictadura de Franco no dictaba el comportamiento obligatorio de toda la sociedad, sino que esta era libre de escoger cómo actuar.
Ahora en España las parejas tienen la posibilidad de casarse por la Iglesia Católica, por la Evangélica, por la hawaiana –si la hay- y hasta por el rito satánico si así lo deciden. Lo más común sigue siendo la tradicional boda católica pero, por ejemplo, la civil es la gran vencedora de la Democracia con especial mención al matrimonio homosexual aprobado en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero como Presidente del Gobierno de España.
Cada boda es de su padre y de su madre pero no hay duda de que todas tienen una cosa en común: un banquete que se convierte en la mejor fiesta de la temporada para los asistentes. En nuestro país las bodas son alegres, festivas y con comida y bebida a rebosar. A rebosar. Por eso hay tantas empresas de catering para bodas en Madrid como En tus Fogones y tanto fotógrafo de bodas como Sergio Cueto y otros profesionales del sector. Siempre se casa alguien y hay que saciar el apetito, las ganas de juergas y el ego de los invitados, casi tan protagonistas como los reyes de la velada, los novios.
Para la organización de una boda es muy común tener en cuenta los factores meteorológicos, al menos en zonas lluviosas. En las regiones de España en las que la cuota de lluvia es menor y se disfruta del sol durante todo el año, como en Canarias o en Andalucía, la celebración se lleva a cabo indistintamente en cualquier época del año. Por ejemplo, si se quiere llevar a cabo la organización de bodas en Málaga, se parte ya de muchos puntos a favor siendo poco probable una lluvia repentina, que se nuble el día y que se arruine todo por el chaparrón. Yo recomiendo a la gente del norte que la organización de bodas en Cádiz o en Fuerteventura. Vale que en vegetación van un poco peor que en Ourense pero se asegurarán de una boda con sol en pleno febrero.
Los comportamientos de los invitados en la boda han de ser respetuosos con el tipo de rito escogido, en especial si es por el rito gitano –como bien nos ha enseñado ‘Palabra de gitano’ en Cuatro- y suele ir acompañado por un regalo. Los regalos varían según la familia, la clase social, la región… Pero suele, al menos, pagar el plato de uno mismo. De hecho, hay ocasiones en las que se decide no acudir a estas celebraciones por falta de dinero para pagar el regalo. Esta tradición que parece absurda, superficial e injusta permite muchas veces a los novios celebrar la boda sin caer en la ruina porque ellos tampoco son millonarios.
Otra costumbre típica es una internacional que consiste en que los novios bailen con sus padres pero quizá no sea tan común (en Europa, en Latinoamérica aún más) bailar, bailar y bailar hasta que se acaba o se traslada la fiesta a otro lugar.
Las bodas españolas, como todas las bodas, se organizan para que sean el día más feliz de las personas que se casan o, por lo menos, un día precioso. Así que ¡vivan los novios!
Fuente: enbuenasmanosbodas.com