La cosa nuestra, aunque suene a familia italiana o a un nostálgico programa de Buenafuente, pretende dar buena cuenta de lo que viene siendo la cultura española en todas sus facetas. Con mirada crítica, no exenta de sátira, pero con mucho cariño, nuestros análisis y repaso por toda la tradición de nuestro querido y en ocasionas detestado país servirán para hacer un recopilatorio de lo que nos hace ser españoles, para entendernos a nosotros mismos y para aprender algo más de lo que supone ser español.
Desde aquí tocaremos todos aquellos aspectos que nos hacen únicos, tratando de diferenciar lo propiamente nuestro de aquello que es importado, sin perder de vista que España es en realidad (y lo seguirá siendo en el futuro) el resultado de la convivencia y fusión histórica de culturas que han convivido sobre nuestro territorio y han contribuido a configurar lo que conocemos como cultura española en todos sus ámbitos y manifestaciones (artísticas, culturales, lingüísticas, gastronómicas, sociales…).
Todo ello con el objetivo de dar respuesta a la complicada y en el fondo hermosa pregunta sobre en qué consiste ser español, una pregunta en ocasiones difícil de contestar, dada la que está cayendo y la actividad de los nacionalismos periféricos que se afanan en desestructurarla. ¿Existe realmente una identidad nacional que nos una? ¿Se han transformado nuestras señas de identidad en un mero cliché fascista? ¿Nos une una cultura común o estamos cada vez más disgregados?
A través de nuestras observaciones pretendemos responder a esta y otras preguntas y plantear algunas nuevas, haciendo un repaso por todas las señas de sello español tradicionales y explorando las nuevas, ya que un pueblo puede reinventarse, para determinar así si nuestras diferencias y divisiones son o no irreconciliables.
Conoceremos mucho más de este modo el carácter que configura al español medio, de corte históricamente tradicionalista y conservador en su toma de decisiones, con un importante sector poblacional progresista lleno en ocasiones de rabia e impotencia ante la imposibilidad de cambio social y político, lo que ha llevado a gastar páginas y páginas de literatura hablando de las dos Españas, en las que las dos ideologías (desde un punto de vista maquineo) se ven constantemente enfrentadas.