Las personas mayores no pueden descuidar su alimentación. Es muy importante que la dieta incluya gran cantidad de agua durante la primavera y el verano.
Deben consumir alimentos ricos en vitaminas, sales minerales y fibra (frutas, verduras y hortalizas). Estos alimentos contribuyen a mejorar la hidratación.
En estos meses pueden ingerir más alimentos hidratantes y ricos en agua, que mejorarán el ritmo intestinal. También son aconsejables los alimentos de temporada.
Debes saber que los alimentos que contienen más agua son las hortalizas y las frutas. Los expertos explican que las hortalizas más recomendadas son: lechugas, verduras de hoja verde, tomate, pepino, zanahoria, cebolla…
El yogur, el pescado blanco y los huevos son necesarios para la masa muscular y la obtención de vitaminas.
Pueden disfrutar de ensaladas de tomate, lechuga, pepino, col , coliflor, brócoli, alcachofa, calabacín, berenjena, pimiento, remolacha, zanahoria, acelga, apio, puerro, cebolla, rábano, nabo, judías verdes, brotes de soja, y escarola. ¡Las hortalizas y verduras deben tomarlas diariamente!
También se puede alternar frutas de la estación primaveral y estival, como el melón, la sandía, la fresa, la uva, el kiwi, el melocotón, el albaricoque, la ciruela, la cereza, la piña, el higo, la manzana…
Lo mejor es prepararles macedonias de frutas, ya que estimulan el apetito por su colorido. En la dieta también es importante incluir los cereales, pero los más recomendables son los integrales de cebada, maíz, o mijo, ya que no aportan grasas.
La persona mayor necesita las vitaminas del aceite de oliva y del pescado azul, rico en ácidos grasos omega 3. En esos meses deben evitarse los alimentos muy calóricos, como las carnes grasas, los embutidos, los quesos curados y la leche entera.
Es mejor dejar las sopas y pucheros con más contundencia para el otoño e invierno. En la estación primaveral y estival, esos platos se sustituyen por cremas frías, gazpacho, vichyssoise , ajo blanco malagueño, ensaladas, etcétera.
«El invierno suele ser la época preferida de los mayores para consumir proteínas en forma de guisos y estofados, pero con el calor, no apetecen y se pueden cambiar por otras recetas más frescas como ensaladas con pollo frío, pasteles tibios, huevos rellenos de carne o cualquier filete sencillo en la sartén», explica la nutricionista Yolanda Masa.
El anciano también puede disfrutar de las legumbres como lentejas, garbanzos, judías, habas y soja. Se debe consumir menos de seis gramos al día de sal.
Debes tener en cuenta que en verano aumenta el riesgo de intoxicaciones alimentarias, por lo que se deben consumir alimentos seguros, bien conservados, utilizar huevo pasteurizado y tener cuidado con las mahonesas.
«Geriatras y nutricionistas aconsejan tomar entre 25 y 30 gramos de fibra al día combinando fibra insoluble (cereales integrales) y soluble (la de frutas y verduras) y entre 30 y 35 mililitros de líquido por kilo de peso (una media de dos litros y medio de líquido, preferentemente agua)», informa La Vanguardia.
Aunque no se tenga sed es aconsejable la ingesta de un mínimo de 8 vasos de agua. El anciano debe tomar el agua a temperatura ambiente, nunca fría, ya que los cambios bruscos de temperatura en el organismo pueden sentar mal.
Si los ancianos no quieren beber agua pueden sustituirla por infusiones y zumos naturales. No se recomienda consumir alcohol, pero aquellas personas en las que no esté contraindicado, podrán tomar una copa de vino en la comida y en la cena.
En las residencias los ancianos siguen una dieta saludable. En estos centros, las personas que cuidan de los mayores disponen de una guía que ha realizado la Consejería de Salud con recomendaciones de alimentación.
Las personas mayores están bien atendidas en la residencia. Muchas personas mayores tienen problemas para cocinar en casa, sobre todo, los ancianos con demencia o pérdidas de memoria. Sin embargo, en la residencia siguen una dieta sana y equilibrada.
Disfrutan de varios servicios como la atención psicológica, rehabilitación muscular, vigilancia, cuidados personales, seguimiento de las dietas adaptadas a las necesidades de cada persona y sus prescripciones médicas.
Desde Residencia de ancianos Nuestra Señora del Rosario que cuenta con un equipo altamente cualificado en geriatría, explican
que en la residencia están controlados por un equipo médico permanente, por lo que los ancianos no se olvidan de tomar la medicación.
La residencia evita la soledad, ya que los ancianos están permanentemente acompañados y supervisados por el personal del centro. Además, pueden recibir todas las visitas de familiares y amigos que deseen.
Las personas mayores realizan actividades ocupacionales y culturales, siempre adaptadas a sus características y capacidades. ¡Gracias a estos centros nuestros mayores están bien cuidados y atendidos!