Sean de origen español o no, sean de práctica exclusiva aquí o no, lo que está claro es que en nuestro país son un must y no hay boda sin despedida. ¡Y vaya despedidas!
Obviamente, hay parejas rancias y celosas que ponen los puntos sobre las íes antes de la celebración y esta se
convierte en un evento más aburrido que el cumpleaños de un conocido.
Por suerte, la media no es así. En España se celebran las despedidas de soltero por todo lo alto y se convierten en el preludio de lo que luego será el máximo festín: la boda.
La costumbre solían dividir a mujeres y hombres en esta fiesta. Las mujeres con la novia y los hombres con el novio. Ahora que las pandillas de amigos son mixtas y que nadie se alarma de tener amigos del otro sexo, las despedidas de soltero se celebran tanto con chicas como con chicos independientemente de quién sea el homenajeado, hombre o mujer. De hecho, la llegada de las bodas entre homosexuales y la aceptación de gais y lesbianas por parte de la sociedad ha contribuido a dejar en el olvido de las anteriores generaciones esa fea y discriminatoria costumbre. Otra costumbre cuyo arraigo se está perdiendo es la de llevar a streapers a la despedida. Normalmente, por celos o por no considerar ético este hecho.
Sea como fuere, lo que no se ha perdido es la costumbre de beber y hacer el gamberro un poquito durante las despedidas. Se trata de algo muy arraigado en la cultura española. No hay despedida sin desfase de todo el personal asistente.
Quizá en otras culturas esta fiesta se celebra sin excesos, pero aquí es el que manda y, sin ninguna duda, es una fiesta muy española.
Por ejemplo, son típicas las despedidas en Benidorm de Hot Despedidas para las que se compran condones a granel y juguetes de adultos en tiendas eróticas como Comercial Apra o Cambia de Postura. También hay otras variedades muy de moda últimamente, que consisten en llevar al novio o a la novio a realizar actividades de aventura durante el día antes de la juerga nocturna, como la del descenso del Sella en Asturias.
Si la gente es amante del mar, puede probar por celebrar fiestas en barco en Barcelona, en las que se llevan a cabo lo que busque el cliente. Por ejemplo, si demandan despedidas gais pueden organizar una fiesta en catamarán. Más ideas originales son las internacionales, como los viajes en autobús por Europa con compañías como Socitransa, una forma económica que llevar al novio a un lugar lejano (cada vez más de moda en los últimos años) para que los excesos del evento no lleguen a oídos la novia o de otros conocidos y familiares.
Sin duda, ni las despedidas en barco ni las clásicas fiestas privadas con piscinas prefabricadas fallan.
Como vemos, no importa cómo sea, el asunto es pasarlo bien 😉