El ADN español tiene muchos aspectos. Por ejemplo el de ser divertido, dejar las cosas para última hora y muchas más. Sociólogos e historiadores coinciden en que es un carácter forjado durante siglos. Somos tolerantes, familiares, poco religiosos, estamos en general bastante satisfechos con nuestras vidas y nos importa más el equilibrio entre la vida privada y la laboral que el nivel del salario. ¿Coincide contigo?
Este estudio realizado por la Fundación BBVA, un trabajo que toma como base 15.000 encuestas realizadas a ciudadanos de 10 países miembros de la Unión Europea. Pero si algo nos caracteriza es la picaresca. Por eso cuando vemos a los políticos de este país, hacer lo que hacen, deberíamos pensarnos si no somos nosotros igual.
En España siempre tratamos de buscarle los trucos a cualquier sistema. Por ejemplo ver cómo podemos pagar menos o mejor, no pagar. ¿Quién no ha preguntado al fontanero si hará la obra con factura o no?. Llegamos a una ciudad nueva, no hay tornos en el metro ya estáis pensando lo fácil que es colarse. Si podemos coger una fruta gratis del supermercado lo hacemos. Si podemos hacer las fotocopias de un libro para nuestro hijo en el trabajo, pues lo hacemos. Si te encuentras una cartera por la calle, ¿qué haces? Y así seguro que podemos poner miles de ejemplo.
Unos lazarillos
Supongo que todo llegará del Lazarillo de Tormes, la genial obra de autor anónimo, y que nos retrata a la perfección. Esto puede parecer muy divertido, pero está teniendo unos efectos totalmente negativos sobre nuestro propio país, nuestra sociedad y en nuestros valores. Pos pondré otro ejemplo.
Cuando el gobierno estableció una ayuda al alquiler de 400 euros para los jóvenes, todos pensamos que es una excelente medida. Pensamos que los jóvenes podrán abandonar el nido familiar antes. Ahora bien, la mente de cualquier español, y es que somos así, ya se enciendo la bombilla. Y lo que ha hecho mucha gente es alquilárselo a alguien de su familia.
Perjudicar a los demás
Conozco a un amigo que cuando le echaron del trabajo se puso a cobrar el paro. Los famosos 800 euros pero como su nivel de vida era mayor, pues se puso a trabajar en negro. Al final, su caso acabó en la Agencia Tributaria y en la Seguridad Social, y le tocó devolverlo todo. En ese momento no tenía ya casi dinero y se lo tuvo que pedir a sus padres.
Yo tengo una empresa de reprografía, heredada de mi padre. Afortunadamente yo no doy un paso sin consultar a mi asesoría, Matías Carillo, porque conozco como es la picaresca nacional y no quiero problemas. En mi primera visita les dije que quería tener todo en regla, sin problemas. Y así ha sido. Y es que aunque pensemos que si no pagamos a Hacienda o a la Administración somos tan felices, lo que hacemos es perjudicar al resto.
En definitiva, creo que por culpa de nuestra picaresca nunca tendremos servicios de verdad interesantes, porque le pongas el precio que le pongas la gente querrá pagar menos. Los españoles somos así, más para lo malo que para lo bueno.