La moda español a veces deja mucho que desear pero siempre dependiendo del sector que hablemos. Y el caso es que hoy en día no es difícil acceder a la moda porque incluso puedes comprar vestidos de fiesta online sin salir de casa pero siempre habrá estilos y gustos. En Mittica por ejemplo se puede hallar lo mejor, en todos los estilos, para diferentes eventos de cóctel o fiesta y todo sin salir de cada y con precios muy competitivos. Pero claro, no sólo por tener la facilidad de algo vas a tener el buen gusto de saber lo que debes comprar.
Ya que hablamos de vestidos de fiesta vamos a seguir dándole vueltas al tema. En España se puede ver casi de todo en una misma boda. Desde el típico familiar cómodo que se niega a ir embutido en un traje de corbata toda la santa noche y lo ves aparecer con unos chinos y un polo como si fuera el tío más elegante de la ciudad hasta la madrina de tu prima la del pueblo que se cree que es la familia de la Infanta y aparece en la boda con pamela y traje de brillos hasta el suelo. Pues ni tanto ni tan calvo.
Pero la cosa no se queda aquí porque ahora hay un grupo de jovencitas que se han sumado a eso de ir “chonis” hasta en las bodas y no es difícil encontrarlas con minifaldas y tops de lentejuelas creyéndose las chicas más guapas del evento en cuestión. Y está claro que esto no sólo pasa aquí, porque vayas al país que vayas puedes encontrarte de todo, pero es que lo de aquí, o al menos lo que veo yo, es para darle una mención de honor.
Una familia denominada “hortera”. En niño, de unos 6 años, parecía sacado de las noches de Alibabá y los cuarenta ladrones con un pantalón bombacho azul pitufo y una camisa blanca con adornos en el mismo tono de azul. La niña, de unos 13 años aproximadamente, con un traje largo hasta el suelo, como si tuviera 35 años o más, unos taconazos de aguja impresionantes (que si me caigo yo de ahí me mato) y la cara pintada como una puerta y… ¿he dicho ya que la niña tenía como mucho 13 años?, en fin… El padre parecía sacado de la típica película española. Se ve que se habían gastado el presupuesto con los niños y la madre y él había decidido reutilizar su traje de la boda porque además de estarle pequeño no había por dónde cogerlo, se notaba que era del siglo pasado y no precisamente porque se hubiera decantado por un traje retro de moda. Y la madre, toda llena de brillos, el vestido, las manos, las muñecas, collares, pendientes… todo brillaba. Cuando le daba la luz solar tenías que ponerte las gafas de sol para que los destellos no dañaran tu retina y el caso, casi con total seguridad, es que se habrán dejado una pasta gansa en sus modelitos y con mucho menos habrían podido ir muchísimo mejor vestidos, pero claro, para eso hay que saber y desgraciadamente aquí hay muchos “chonis” por el mundo.