El turismo es el sector económico más importante para nuestro país en los tiempos en los que nos encontramos… y los seguirá siendo dentro de mucho tiempo. Las características que tiene nuestro país, su clima y su ubicación geográfica hacen que haya millones de personas repartidas por todo el mundo que estén deseando venir a conocerlo o a volver a disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer. Somos el segundo país más visitado de todo el mundo, solamente superado por Francia. Y todas las previsiones apuntan a que vamos a superar a nuestros vecinos galos más pronto que tarde.
Los hay que hemos tenido la gran suerte de nacer en una provincia como lo es Alicante, que destaca por sus buenas condiciones climáticas y por la calidad de sus playas, pero con la mala suerte al mismo tiempo de que hemos tenido que ir a vivir a otro país por trabajo. En mi caso particular, deje Alicante hace más de una década para trasladarme a vivir a Irlanda. No me puedo quejar en absoluto porque el trabajo que me surgió en la Isla Esmeralda me iba a proporcionar el dinero que nunca iba a ganar en España, pero es verdad que he hecho mucho de menos el poder estar de manera continua en Alicante.
Ni que decir tiene que, cuando cojo vacaciones todos los años, vuelvo a mi tierra de nacimiento. Por tanto, cada vez que regreso a Alicante, mi visita contabiliza como la de cualquier otro turista. Es una situación un tanto peculiar, pero es algo que realizo todos los años desde hace una década y que me proporciona unos días de descanso y también de cierta nostalgia. Me encantan esos días del año y la verdad es que no los cambiaría por ninguna otra cosa del mundo.
Como consecuencia de esa situación tan particular de la que soy protagonista, voy viendo año a año cómo evolucionan algunos de los servicios que tienen que ver con el turismo en la ciudad y en la provincia. Lógicamente, no soy como cualquier otro turista puesto que tengo casa propia y no tengo la necesidad de salir a comer a un restaurante o bar todos los días. Pero sí que voy viendo como evolucionan las conexiones que existen entre las diferentes partes de la provincia y la ciudad con el aeropuerto, por ejemplo.
Acudir desde el centro de la ciudad de Alicante desde algún pueblo de la provincia al aeropuerto había sido uno de los problemas con los que me había encontrado en otras ocasiones y la verdad es que es una de las cosas que se han solucionado principalmente porque se ha desarrollado un buen servicio de taxis. Hay distintas opciones, pero en mi caso, me decanté por Taxi en Santa Pola porque tenía sillas infantiles con las cuales se podía garantizar de una manera más evidente la seguridad de mi hijo, quien me acompañaba en todos mis viajes.
Esos traslados de la ciudad al aeropuerto son ese tipo de detalles que nos pueden amargar unas vacaciones. No creo que a nadie le haga especial ilusión tener que estar pendientes de horarios en los transportes públicos y tener que soportar los retrasos que suponen. Cuando dependemos de un transporte público, ponemos en jaque todo el planning que tenemos montado porque estamos sujetos a todo tipo de retrasos. Quienes soléis coger autobuses o trenes seguro que sabéis perfectamente a lo que me estoy refiriendo. Cuando decidimos apostar por un taxi, la cosa cambia por completo porque sales en cuanto lo ves y has cargado todas las maletas. Sin retrasos y sin preocupaciones.
No me extraña, por tanto, que haya mucha gente que, al menos en Alicante, haya optado por el taxi en lugar de cualquier otro medio de transporte. Además de lo que comentaba en el párrafo anterior, hay que tener en cuenta que poder apostar por un taxi hace que no tengamos que cargar durante todo el trayecto con nuestras maletas, una carga que suele resultar muy incómoda porque se trata de un bulto grande, sobre todo si, como es mi caso, viajamos hasta Alicante para estar varias semanas y no solamente unos días.
No sé cuál será el caso de otras ciudades de España, pero estoy convencido de que hay un montón de gente que se decanta por coger un taxi para que le lleve a un aeropuerto antes que acudir en otros medios como el autobús o el tren, que además suelen ser mucho más incómodos. A fin de cuentas, en estos viajes se prioriza también eso, la comodidad, porque suficientemente cansado es ya el viaje posterior (o el que acabamos de hacer, si el sentido del viaje es inverso) como para tener que estar padeciendo más cansancio en el trayecto del aeropuerto al destino final o del destino final al aeropuerto.
Una manera de continuar potenciando nuestro turismo
Ya hemos dicho que nuestro país es una potencia turística de primera magnitud en todo el mundo. Eso, como hemos dicho y como seguro que sabéis a estas alturas, depende de cuál es el clima de nuestro país y de la calidad de sus playas si hablamos de esos turistas que buscan sol y calor. Pero no penséis que solamente es eso lo que hace que tomen la decisión de venir a España. ¿Qué ocurriría si las conexiones entre las ciudades y sus aeropuertos fueran deficientes en España? ¿Vendría a Alicante, por ejemplo, la misma cantidad de gente de otros países y de otras zonas del país? Yo creo sinceramente que no. Y estoy convencido de que hay muchas personas que estaréis de acuerdo con mi opinión.
La provincia alicantina ha tenido la gran suerte de que esas conexiones de las que hablamos han sido potenciadas en los últimos años, lo cual ha permitido que esta sea una de las zonas que más turismo presenta a lo largo de todo el año ya no solo en lo que tiene que ver con España, sino también a nivel europeo. Hay que trabajar una enorme serie de cosas para tener la capacidad de llamar la atención de los turistas y esas conexiones son solamente una de ellas.
El diario Información publicó en su página web los datos de turistas nacionales que visitaron la provincia de Alicante a lo largo del año 2023. Fueron 7’7 millones de visitantes, una cifra espectacular y que es la viva muestra de que hablamos de una de las zonas de referencia en lo que respecta al turismo en España. Pero está claro que esa cifra no solo se ha conseguido gracias a la ubicación geográfica en la que se encuentra nuestra provincia, sino también gracias a que se han desarrollado todos los servicios que puedan afectar al turismo y también a la calidad de vida de la gente que reside habitualmente en la provincia de Alicante.
El diario de Alicante, por su parte, ofreció algunas de las cifras que dejó el turismo internacional en la provincia a lo largo del año 2023. En concreto, se pone de manifiesto en la noticia que el turista internacional se aloja una media de 10 días en Alicante y que gasta una media de 124 euros cada día. Como podréis comprobar, es muy importante ese desembolso económico para una zona como de la que estamos hablando. Y más si son 7 millones de turistas internacionales los que vienen cada año a Alicante.
Son cifras que me parecen espectaculares y que hacen que el desarrollo económico de la zona sea espectacular. Tanto la propia capital provincial como los diferentes municipios generan un montón de puestos de trabajo y eso siempre es positivo para una economía que ha sido una de las mejores de toda España. De hecho, hay pocas que le puedan plantar cara económicamente a Alicante y que no sean las grandes súper ciudades que han terminado por ser Madrid y Barcelona.
Estoy seguro de que, cuando vuelva a Alicante la próxima vez, se habrá desarrollado algo nuevo que hará que la experiencia de los turistas y la calidad de vida de las personas que están censadas allí haya mejorado. La provincia de Alicante es una de las que es pionera en todo tipo de mejoras y la verdad es que es bastante evidente que esa cultura de la mejora continua va a seguir siendo parte de la vida tanto en la capital provincial como en los pueblos que componen la provincia en sí.
Uno siempre vuelve donde se encuentra a gusto. Y eso es lo que siento siempre que tengo que regresar desde Irlanda a Alicante. Mira que me gusta la vida que llevo en el país del trébol, pero no hay nada equiparable al poder volver a casa con mi gente y disfrutar encima de todo lo bueno que tiene mi ciudad y mi provincia, que son cada vez más cosas. Estoy contando los días para regresar y seguir disfrutando de eso. Si tenéis la oportunidad de venir, no lo dudéis un instante porque Alicante merece la pena.