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Una salvaguarda para tu coche…y para tu rutina

En el siglo XXI se ha convertido en algo habitual que todas las familias, en un país como España, tengan un vehículo propio o incluso dos. A los españoles, por regla general, nos gusta conducir y solemos emplear nuestros vehículos para una inmensa cantidad de desplazamientos, tanto largos (con destino a otras ciudades) como cortos (para desplazamientos dentro de una misma ciudad o incluso municipio).

Sin embargo, en ocasiones y por desgracia, nuestro vehículo no se encuentra en las condiciones adecuadas para circular. ¡Cuántos españoles habrán visitado un taller y se habrán encontrado con que el mecánico les ha recomendado no circular bajo ningún concepto! Es entonces cuando nos damos cuenta de que tenemos un problema y de lo difícil y duro que puede resultar nuestro día a día si no tenemos nuestro coche a nuestra disposición.

Efectivamente, difíciles y duros se tornaron los días para un viejo amigo. Él se dedicaba a llevar la contabilidad de una empresa de mármoles y granitos cuya fábrica se situaba a unos veinte kilómetros del municipio donde él residía. Debido a un golpe de mala suerte, su coche se averió durante un trayecto y, aunque ese día sí que pudo acudir a su puesto de trabajo, quedaba en el aire su asistencia para los días posteriores, mientras su coche era arreglado. A pesar de que su mujer también tenía coche propio, le era totalmente imposible llevarle al trabajo mientras su coche estaba en el taller ya que su oficina estaba en otro municipio distinto y entraba a la misma hora que él.

La situación era suficientemente grave como para preocuparse, pero sin embargo ambos decidieron mantener la calma y comenzar a buscar un coche de sustitución que le permitiera a él seguir yendo al trabajo con normalidad mientras su vehículo habitual era reparado, algo que según el mecánico duraría en torno a diez días. Comenzaron a buscar en concesionarios de la zona pero la solución la encontraron gracias a www.mouronte.com, una empresa dedicada al alquiler de vehículos que le prestó un coche a mi amigo gracias al cual pudo continuar yendo a trabajar sin la menor dificultad.

La tranquilidad que le quedó a mi amigo durante aquellos diez días fue máxima. Según me comentó, la empresa tenía acuerdos con agencias de seguros y talleres, lo cual constataba que se trataba de una empresa seria, fiable, que garantizaba seguridad y que también garantizaba atención si sucedía algún contratiempo. A mí, personalmente, tener esa opción por si en el futuro me ocurría algo parecido a lo que le había pasado a él me dejaba más tranquilo, por lo que apunté la dirección de la página web.

Prestar un vehículo de sustitución no es una obligación

Muchos de los conductores españoles creen que su taller tiene la obligación de facilitarles un vehículo de sustitución mientras el propio esté siendo reparado en el taller. Pues bien, este es un error muy común, porque, según descubrí, el taller no tiene la obligación de hacerlo. La mejor opción es confiar en empresas como en la que confió mi amigo porque sí que garantiza esa prestación y, además, con unos muy buenos índices de calidad.

Imagina que vas a tu taller de confianza con un problema en el coche, te comunican que debes dejarlo allí y que para colmo no te ofrecen servicio de sustitución. ¿Qué haces? Es probable que la noticia te deje en shock y que impida que realices alguna actividad en las que estabas pensando para el fin de semana. La solución es la que indicaba más arriba. ¿Por qué? Porque una empresa especializada en el alquiler de vehículos de sustitución sí que te proporcionará la solución a ese problema. El taller quizá no.

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