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Luchando contra la demencia senil

Una de las enfermedades a las que más tememos cuando superamos la edad de la jubilación es la demencia senil. Así lo refleja una encuesta española realizada a más de 300 ancianos de diferentes provincias y comunidades. Ni el cáncer, que aparece en cuarto lugar, ni las enfermedades del corazón, que es la segunda preocupación, hacen sombra a la enfermedad más tremida de todas: la demencia.

Sin embargo hay un craso error en este informe, y es que la demencia senil no es en sí una enfermedad sino una consecuencia de la edad. La degeneración de las neuronas es lo que causa la demencia senil y eso es inevitable. La diferencia es que algunos sufren esa degeneración de una manera más acusada que otros y, llegados a un determinado nivel, es cuando hablamos de demencia senil.

Tal vez sea debido a esto por lo que son muy pocas las residencias geriátricas especializadas en este tema, al menos en España. Una de las mejores es Benviure. Esta residencia geriátrica en Barcelona cuenta con una planta especializada y un departamento específico (demenciasenil.es) que ofrece un tratamiento clínico-terapéutico para luchar contra el avance de la Demencia Senil y evitar así que degenere en una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer.

Cuidado con la presión arterial

Según un estudio realizado en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins de Estados unidos, las personas de mediana edad que experimentan caídas temporales de presión arterial pueden estar en un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo y demencia 20 años después.

Estos episodios temporales, conocidos como hipotensión ortostática, pueden causar daño duradero debido a que reducen el flujo sanguíneo necesario al cerebro. Pero hay una luz al final del túnel: según este mismo estudio, acudir con frecuencia a la sauna reduce el riesgo de demencia y alzheimer.

España: tercer país de mundo con mayor prevalencia de demencia

Sólo Francia e Italia tienen una mayor proporción de enfermos de Alzheimer en mayores de 60 años. Según un informe de la OECD que recoge datos de los años 2009 y 2010, el 6,3 de los españoles mayores de 60 años sufren algún grado de demencia, mientras que la media de los países es ocho décimas inferior a la española (5,5%).

Ahora bien, para calmar un poco las aguas es necesario decir que, lógicamente, hay una correlación bastante evidente entre los países en los que la prevalencia del Alzheimer es mayor y los países con mayor esperanza de vida, entre los que se encuentra España. No en vano, otro informe reciente de la ONU señalaba que España será el cuarto país del mundo con la media de edad más alta en 2030 (lo cual tampoco es que sea muy esperanzador).

Necesitamos gente joven y para eso es necesario que se cree empleo que ofrezca estabilidad a las familias porque, según algunos encuestados, la falta de población infantil (baja natalidad) es consecuencia directa de este hecho.

El país con menos prevalencia es Sudáfrica, con tan sólo un 3,2% de ancianos mayores de 60 años con demencia senil.

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