Compartir

La alimentación, un tema esencial en la tercera edad

A medida que cumplimos años nuestra salud bucodental puede ir arrastrando también un sinfín de problemas derivados de malos hábitos que hemos ido acarreando durante toda una vida, como pueden ser una falta de cuidados, una mala y prolongada higiene oral, una deficiencia de revisiones bucales o incluso una falta de prevención para minimizar las posibilidades de que en ese futuro no muy lejano se presenten serias complicaciones como pueden ser  enfermedades periodontales, caries o una pérdida importante de piezas dentales que dificultan la función de la masticación y, por tanto, compromete y condiciona nuestra alimentación. Todo ello unido a que con la edad también vienen asociadas otras enfermedades derivadas, por ejemplo, de un consumo prolongado de determinados medicamentos como puede ser la xerostomía o el caso de la boca seca que hacen que tengamos que redoblar nuestros esfuerzos para llegar a esa preciada tercera edad con una boca lo más saludable posible. Así, para que vosotros lleguéis lo más sanos posible, nosotros os recomendamos que acudáis a la Clínica dental García Lorente de León, donde su excelente equipo profesional pondrá todos sus conocimientos y medios técnicos para prevenir y solucionar de una forma personalizada cada uno de los problemas que se le presentan a sus pacientes.

Como dijimos antes, el problema de la masticación es uno de los que tiene un mayor porcentaje de incidencia entre las personas de la tercera edad, ahora bien, una dentadura débil no puede ser razón suficiente para abandonar una dieta sana y eliminar o dejar de consumir por su dificultad a la hora de ingerir productos tan saludables como la carne. En este caso, simplemente debemos transformar su presentación ofreciéndola cocinada en pequeños trozos o incluso juntamente con otros ingredientes como caldos, verduras, legumbres… en forma de puré.

Los cambios fisiológicos en esta etapa de la vida condicionan enormemente y alteran el bienestar de las personas, por ello, la alimentación debe jugar un papel destacado para prevenir una buena calidad de vida y evitar en la medida de lo posible esas continuas visitas al médico. Así, las principales recomendaciones a tener en cuenta serán las siguientes:

  • Las verduras, legumbres y hortalizas, deben tener un papel importante y destacado en la dieta por lo que su consumo debe ser preferentemente diario.
  • El pescado junto con la carne son la principal fuente de proteínas. Se recomienda el consumo de pescado al menos dos veces por semana por su alto contenido en omega 3, además de ayudar a prevenir enfermedades del corazón. En cuanto a la carne se recomienda el consumo de carnes blancas mejor que rojas, por lo que no debemos olvidar incluir en la compra semanal las carnes de pavo y de pollo, que deberán cocinarse siempre sin piel para disminuir la cantidad de grasa presente.
  • La fruta es uno de los alimentos que más nutrientes y vitaminas aportan a nuestro organismo por lo que debe ser parte esencial de nuestra dieta. Consumir fruta de temporada es sumamente beneficioso para la salud además de resultar mucho más sabrosa y económicamente más interesante.
  • Los lácteos como leche, yogur, queso… fortalecen los huesos y los protege contra enfermedades como la osteoporosis o la falta de calcio. Su consumo si es desnatado, mucho mejor.
  • Los hidratos de carbono en los que se incluyen alimentos como las patatas, arroz, pan, cereales, pastas, etc. constituyen un aporte de fibra para el cuerpo que ayuda a mantener un buen funcionamiento intestinal y reducir problemas de tránsito intestinal.
  • El número de comidas al día debe ser al menos de tres, sin olvidarse nunca del desayuno y teniendo en cuenta que debe ser quizás la más importante, ya lo dice la sabiduría popular con el viejo refrán que todos conocemos de “Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”.

¿Qué otras recomendaciones debemos de tener en cuenta?

Además de las que os hemos mencionado, otras recomendaciones a tener en cuenta son:

  • Procurar mantener una actividad física regular y diaria acorde a las posibilidades de movilidad de cada persona. Salir a caminar es una opción muy saludable tanto a nivel físico como psicológico.
  • Reunirse de vez en cuando con otras personas para comer, además de entretenido, es muy agradable y gratificante, nos hace dejar por un momento aparcada nuestra rutina diaria. Si la comida hace en casa es una oportunidad para disfrutar, poner un mantel bonito en la mesa, unas flores, probar una nueva receta, etc.
  • Con la edad la sensación de sed disminuye, no esperes a tener sed para beber de esta forma nos estaremos protegiendo ante una posible deshidratación, puesto que el agua es fundamental para nuestro cuerpo. Y no solo agua, también podemos beber zumos, infusiones, consomés, etc.
Scroll al inicio