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España, una cultura llena de matices e influencias

Nuestra cultura está impregnada de toques árabes, romanos, fenicios, íberos, etc. y eso nos ha transformado en lo que somos ahora. España es un país de contrastes, donde puedes ver una majestuosa Alhambra en Granada y un increíble Capricho de Gaudí en Comillas (Cantabria). Como soy del norte, la cultura del sur no está muy presente en mi estilo de vida y por eso, cuando estuve en Sevilla, quise conocer realmente lo que significaba ser andaluz. Por eso decidimos contratar este tipo de tour en Sevilla con Visitours, porque queríamos que nos explicaran, que nos contaran y que nos introdujeran en ese mundo, y para eso necesitábamos auténticos profesionales.

Y es que la realidad es que somos tan diferentes que asusta. A modo de comedia y riéndonos un poco de nosotros mismos, podemos ver la prueba en “Ocho apellidos Vascos” y “Ocho apellidos Catalanes”, pero todo esto va mucho más allá. Tenemos tanta influencia en España que nos ha hecho ser extremadamente diferentes, dependiendo de la zona en la que residas. Tenemos una marcada singularidad en cada región o comunidad y eso ha dado lugar a diversas manifestaciones culturales a lo largo de nuestra geografía y esto se refleja tanto en el arte como en las tradiciones, la literatura, las lenguas y dialectos, la música, la gastronomía, en definitiva… en todo.

Y es que intentar comprender la historia española es complicado, puede que más complicado que entender la historia de otros países porque hemos sido núcleo de tantas influencias culturales que a veces es casi imposible marcar el inicio y el fin de algo, de una tradición por ejemplo.

El flamenco

¿De dónde proviene el flamenco? Codos sabemos, su origen se sitúa en Andalucía, lo que hace que Sevilla sea una de las cunas del flamenco en Andalucía, un arte que se ha convertido en un atractivo turístico más en esta ciudad. Su  nacimiento se remonta al siglo XVIII pero tiene sus raíces en épocas anteriores, incluyendo elementos de danza y musicales de otras culturas. Y es que hasta en este baile tan «español» encontramos mezcla y amalgama de culturas, esto es algo que es mejor tener siempre presente, sobre todo cuando se habla del «español puro», algo que en mi opinión, no existe, pues todos somos un poquito de aquí, y un poquito de allá. En El Duende de Sevilla, una tienda de trajes de flamenco de conocido renombre en el sur de nuestro país, nos han asegurado que cuando un extranjero les realiza un encargo tiende a explicar las similitudes de nuestros trajes tradicionales con algunos conceptos de su cultura, sobre todo cuando hablamos de personas que comparten cierto ADN, como aquellas provenientes de países árabes e incluso de países del este como Rumania, donde la tradición gitana también está muy arraigada.

Y es que si hay una cultura que se asocia directamente al flamenco esa es la gitana, tal vez porque ha sido la que más ha aportado al desarrollo de este arte, aunque no ha sido la única, ya que incluso recoge influencias africanas y caribeñas, además de las árabes, judías y cristinas que hemos mencionado anteriormente.

Desde Iberia hasta Al Ándalus

Al principio éramos un pueblo íbero, o eso dicen porque anteriores a ellos estuvieron aquí los fenicios y los griegos. Posteriormente entran en escena las primeras comunidades prerromanas y los vascones… menuda mezcla ¿verdad? Los fenicios fundarían Cádiz, nuestra ciudad más antigua (al menos de la que se tienen referencias) pero eso poco importó a Roma, que trajo consigo su imperio y más etnias. Después la época visigoda, porque España ha pasado también por pueblo germano oriental, y de ahí al Islam, que dominó la península durante largos años. Al Ándalus decían. Luego los católicos en general y ahora, en la actualidad, habría que analizar si no tenemos demasiada influencia norteamericana, alemana y francesa… al menos influencia política pero ese es otro tema, creo.

El caso es que hemos sido tantas cosas que ya no se sabe muy bien donde inicia una cultura y donde acaba la siguiente y puede que tengamos sangre romana, o árabe, o goda… ¿quién sabe? Pero eso es precisamente lo que hace de nuestro país un lugar tan diferente.

Soy consciente de que no entiendo la cultura andaluza, y no por los estereotipos que vemos en televisión, sino porque realmente no comprendo muchas cosas de sus tradiciones al igual que imagino que a ellos se les escapan las mías pero eso es lo que nos da riqueza no lo que debe marcar una línea divisoria.

Sea como sea yo estoy dispuesto a aprender, a visitar y a enriquecerme culturalmente ¿y vosotros, lo estáis?

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