Ya me lo decía mi madre cuando estaba estudiando en la universidad “estudia idiomas, tienes que saber inglés, que cada vez lo piden más en los trabajos”, pero yo preferí hacer caso omiso de aquel consejo (como de tantos otros) porque se me daba fatal. Más adelante descubrí que no se me daba tan mal, el problema es que nunca había tenido un profesor o profesora decente, ni en el colegio ni en el instituto, al igual que le ocurre actualmente a muchísimos niños. Y es que España lleva suspendiendo en la docencia de un segundo idioma desde hace muchísimos años.
Somos el tercer país de la Unión Europea con menor número de adultos que hablan al menos una lengua extranjera, muy por debajo de la media comunitaria. Por el contrario, los países con mayor proporción de adultos que hablan un segundo idioma son Luxemburgo (99%), Lituania (97%), Letonia (95) y Dinamarca (94%). Nosotros no superamos el 51% y sólo el 45% de los alumnos de secundaria españoles aprenden dos o más lenguas extranjeras, frente al 60% de media en la UE.
Esto ha provocado que, como no son demasiados los españoles que hablan ingles, francés o alemán, los pocos que sí lo hacen sean muy demandados en diferentes sectores. Y aquí es cuando yo me arrepiento de no haberle hecho caso a mi madre, porque si yo hablara inglés de manera fluida, o francés, o ambas lenguas… otro gallo cantaría.
Traductores profesionales
Hoy en día cientos de empresas, tanto pymes como grandes multinacionales, recurren a agencias de traducción especializadas para obtener diferentes servicios: traducción de páginas web, traducciones juradas de documentos, traducciones de libros de instrucciones, etc. Y de ahí que este tipo de agencia hayan proliferado tanto.
Esta empresa de traducción en Barcelona, Eikatrad, ofrece soluciones personalizadas para responder a las necesidades de comunicación tanto de empresas como de autónomos y particulares. Su idea de negocio ha sido tan exitosa que le han salido competidores por toda Barcelona, y es que también es mucha la demanda que hay en este sector. Trabajan a nivel nacional, vía online o a través de mensajería tradicional, y reciben pedidos y encargos desde diferentes puntos de España.
Como podéis comprobar, en su página web hay una URL dedicada única y exclusivamente a buscar nuevos colaboradores pues, es tanta la cantidad de trabajo que manejan mensualmente, que nunca está de más contar con un traductor nuevo entre sus profesionales. Algo que vuelve a demostrar que si hubiera hecho caso a mi madre otro gallo me habría cantado.
De hecho, son los grados de traducción e interpretación los más demandados dentro del departamento de Lengua y Humanidades de la mayoría de las universidades españolas y esto es debido, en gran parte, a la necesidad de profesionales que hay en el sector. La lengua más estudiada es, por supuesto, el inglés, y le siguen de cerca el francés y el alemán. Más alejados, pero ganando posiciones en diferentes escuelas de idiomas, están el chino y el árabe. Por el contrario, los idiomas provenientes del latín como el italiano o el portugués, aunque también cuentan con adeptos, son mucho menos los alumnos que llegan a acabar todos los niveles.
Con respecto a la edad son los jóvenes que estudian la secundaria (alrededor de los 16 años), los que actualmente más interés están mostrando por los idiomas, por lo que se prevé que de aquí a unos años el porcentaje de adultos que hablan más de un idioma extranjero en España haya mejorado notablemente.
No obstante, si no has podido estudiar un idioma hasta ahora, no debes tirar la toalla pues, aunque los estudios indican que cuanto más joven se es más facilidad tiene nuestro cerebro para aprender un idioma, también hay un gran porcentaje de éxito entre los adultos que inician unos estudios universitarios de manera tardía. El Centro Universitario San Bernardo, que imparte este curso de acceso a la universidad, nos ha confirmado que el 65 o 70 por ciento de los alumnos mayores de 25 años tienen intención de estudiar un grado de Traducción e Interpretación. La mayoría de ellos de inglés.
Lo que está claro es que tenemos que ponernos las pilas en este tema sino queremos que nuestros niños, y jóvenes, sigan siendo los menos preparados (a nivel de idiomas) de Europa.