Pocos países debe haber a lo largo y ancho de este mundo en los que se celebren más cosas que en España. A los españoles nos encanta celebrar cualquier cosa y hacerlo a lo grande, sin escatimar en nada. Seguro que muchas de las personas que estáis leyendo estas líneas os habéis encontrado en una situación similar. Y es que no es para menos. Bodas, comuniones, bautizos... cualquier cosa es buena para celebrar y olvidarnos, aunque sea por unas horas, de todos los problemas que nos rodean y a los que daremos solución en otro momento.