Ya me lo decía mi madre cuando estaba estudiando en la universidad “estudia idiomas, tienes que saber inglés, que cada vez lo piden más en los trabajos”, pero yo preferí hacer caso omiso de aquel consejo (como de tantos otros) porque se me daba fatal. Más adelante descubrí que no se me daba tan mal, el problema es que nunca había tenido un profesor o profesora decente, ni en el colegio ni en el instituto, al igual que le ocurre actualmente a muchísimos niños. Y es que España lleva suspendiendo en la docencia de un segundo idioma desde hace muchísimos años.