Si viviéramos en una burbuja, no tendríamos problemas con nadie, pero como somos seres sociales nos tenemos que comer el musicote del chaval del tercero, el olor a fritanga de los del segundo y las discusiones entre la madre y la hija del primero. Por si fuera poco, ellos también te tienen que aguantar a ti, muchas veces sin tú saberlo. La última ha venido por la instalación de un precioso toldo de Toldos Clot que compré hace un par de semanas.
Pero veamos de lo que os hablo. Soportar las manías y costumbres poco agradables para la convivencia entre vecinos es algo que a mucha gente se le da mal y no aprende nunca. De hecho, muchas de las