Sean de origen español o no, sean de práctica exclusiva aquí o no, lo que está claro es que en nuestro país son un must y no hay boda sin despedida. ¡Y vaya despedidas!
Obviamente, hay parejas rancias y celosas que ponen los puntos sobre las íes antes de la celebración y esta se
convierte en un evento más aburrido que el cumpleaños de un conocido.
Por suerte, la media no es así. En España se celebran las despedidas de soltero por todo lo alto y se convierten en el preludio de lo que luego será el máximo festín: la boda.
La costumbre solían dividir a mujeres y hombres en esta fiesta. Las mujeres con la novia y los